Si bien el medio ambiente se conforma de plantas, animales, océanos y humanos, siendo nosotros los que tenemos la consciencia y capacidad de razonar; hemos sido los principales causantes del daño ocasionado día con día a nuestro Planeta.

El hombre siempre ha tenido la necesidad de crear y descubrir; se percibe que desde años primitivos, se conocieron invenciones tan importantes como el fuego, hasta años recientes en donde día a día, se esfuerzan por innovar en áreas como la tecnología o la ciencia. Sin embargo, el ser humano nunca encontrará una manera artificial viable de proporcionar todo lo que, naturalmente le brinda el Planeta.

Existen muchas maneras con las que se puede ayudar, tales como:

– Reciclar, reutilizar, reforestar, rechazar (bolsas plásticas, pajillas u otros elementos que contaminan).

– Reducir, minimizar el impacto que generan los gases que acrecientan el efecto invernadero, entre otros.

De esta manera, podríamos ser testigos del potencial que existe en nosotros para revertir el daño tan significativo que hemos causado en nuestra Madre Tierra.

Es primordial entender que abusamos de los recursos que nos ofrece el medio ambiente, cuando solamente deberíamos de hacer uso racional de ellos. Debemos reconocer que si continuamos con ese abuso, lo único indudable es que llegará el momento que perezcan nuestro recursos más preciados.

Por lo cual, es necesario hacer conciencia al respecto y, más que eso, llegar a instruirse en cómo influir y actuar adecuadamente en bien del entorno, sin dejar de lado lo fundamental que es poner en práctica todo ese conocimiento, para así dejar de ser parte del problema y entrar de lleno a formar parte de la solución; utilicemos nuestra capacidad para la aplicación e invención de nuevos métodos que sean beneficiosos para el medio ambiente. Procuremos realizar acciones que sean ProAmbiente, seamos parte del cambio.

Por: Rebeca Chavarría